¿Para qué sirven las mascarillas faciales?
Estas funcionan para complementar la rutina diaria de belleza y es un plus que ayuda a cuidar la dermis del rostro pues las mascarillas ayudan a hidratar y mejora el aspecto de forma positiva de la piel del rostro.
Las mascarillas faciales más usadas
Cada persona necesita diferentes ingredientes y activos dependiendo del tipo de piel es por ello que existen varios tipos de mascarillas con el fin de abarcar las necesidades especiales de todos.
Mascarillas en crema
Estas son las mas conocidas en el mundo estético y a comparación de otro tipo de mascarillas estas pueden ser usadas en una parte en especifica debido a que se trata de una crema que contiene los nutrientes para mejorar la piel.
Después de su aplicación se sugiere retirar la mascarilla después de 15 minutos con algodón o con agua sobre la zona.
Mascarillas de hidrogel
Este tipo de mascarillas han tenido un crecimiento en los últimos años, estas son originarias de Corea y debido a su forma se acoplan al rostro perfectamente y también se sugiere retirarla después de los 15 minutos y complementar el procedimiento con un masaje sobre la piel de la cara.
Mascarillas iluminadoras
Es ideal para personas que sufran con una piel apagada, el uso de esta mascarilla ayudará a volver a lucir una piel suave y luminosa.
Mascarillas de arcilla
Como lo dice su nombre la arcilla es un ingrediente que al contacto con la piel realiza la función de no dejar salir el aire y esta se mantenga protegida y se debe retirar a los 15 minutos del rostro.
Mascarilla anti edad
Se utiliza en personas maduras que desean mejorar la suavidad de la piel y a disminuir las líneas de expresión.
Beneficios y conclusiones
Las mascarillas faciales son de gran utilidad a la hora de mantener una piel más suave, iluminada y también para mantenerla hidratada y usada para todo tipo de piel como las pieles secas, sensibles, grasosas y mixtas.
Se recomienda su uso debido a que es un complemento para para la piel del rostro y ayuda a recuperar nutrientes que se pierden debido al día a día y la exposición constante de la luz solar.