El cuidador de adultos mayores desempeña un papel crucial en mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas mayores. Sus funciones abarcan una variedad de áreas para garantizar el cuidado integral y la atención adecuada.
Asistencia Personal: Ayudar con actividades diarias como vestirse, asearse, y movilizarse. Brindar apoyo para el uso del baño y mantener la higiene personal.
Administración de Medicamentos: Administrar medicamentos según las indicaciones médicas y llevar un registro preciso.
Supervisión de la Salud: Observar y comunicar cambios en la salud del adulto mayor al personal médico o a la familia. Realizar seguimientos regulares
Planificación y Preparación de Comidas: Planificar y preparar comidas nutritivas y adaptadas a necesidades dietéticas específicas.
Acompañamiento y Compañía: Proporcionar compañía y apoyo emocional. Participar en conversaciones y actividades recreativas para estimular la mente.
Gestión de Citas Médicas: Coordinar y acompañar al adulto mayor a citas médicas y terapias. Mantener un registro de las citas y seguir el plan de tratamiento recomendado.
Gestión de la Casa: Realizar tareas domésticas ligeras como limpieza y organización del hogar.
Fomento de la Movilidad: Asistir en la movilización y realizar ejercicios sugeridos por profesionales de la salud.
Comunicación con la Familia: Colaborar con la familia para ajustar el plan de cuidado según sea necesario.
Promoción del Bienestar Emocional: Estar atento a las necesidades emocionales del adulto mayor.
Resolución de Problemas: Abordar problemas cotidianos y buscar soluciones efectivas.
Adaptabilidad y Paciencia: Mostrar paciencia y comprensión en situaciones desafiantes.
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