Esta nueva técnica, bautizada como microshading o simplemente shading, recibe su nombre porque consiste en ‘sombrear’ las cejas, dándoles un aspecto de ceja maquillada. Realmente, la diferencia con el microblading no es tan grande, pues ambas se basan en sombrear la zona, depositando manualmente un pigmento en la capa basal de la epidermis. La diferencia, por tanto, reside en la manera en la que se completa la ceja, pues con el microblading dibujamos ‘pelitos’ para formar una ceja, rellenar una carente de vello o definirlas, mientras que en el shading, se hace una especie de ‘puntillismo o pixelado’ para recrear un aspecto de ‘polvo’ o de maquillaje.