Tipos de piel

La piel es uno de los órganos más importantes que requieren de cuidados desde el nacimiento, pues existen factores que pueden deteriorarlo.

Pensar que nuestra piel siempre tendrá el mismo aspecto es un error, la alimentación, la hidratación, la exposición a rayos solares y demás, van transformando nuestra dermis.

Por ello, aunado a los factores mencionados anteriormente, la piel también varía de acuerdo a la edad. La piel de un niño, o un adolescente o una persona de la tercera edad, tienen características y necesidades diferentes. En ocasiones, la misma etapa puede tener sus propias complicaciones, por ejemplo, en la adolescencia, el acné resulta un problema, y en la edad adulta la firmeza de la piel tiende a desvanecerse.

Cada piel representa un caso específico, pero de modo general se pueden clasificar en cuatro tipos, cada una con sus propias características, tratamientos y precauciones.

1.- Piel normal: esta es la más común a tratar, generalmente no hay ningún problema en particular, únicamente disponer de cuidados para evitar deterioros.

2.- Piel mixta: se llama así por la combinación de la piel normal y la piel grasa. Comúnmente se puede identificar si existe acumulación de grasa en la llamada zona “T”, es decir; frente, barbilla y nariz.

3.- Piel grasa: este tipo de piel presenta una cantidad grande de sebo, lo que provoca granos y puntos negros.

4.- Piel seca: este tipo de piel se caracteriza por la falta de hidratación creando un aspecto de rigidez.

Independientemente del tipo de piel que tengamos y los tratamientos específicos que debemos tener, es indispensable tomar en cuenta que una buena alimentación e higiene son los principales hábitos que determinar la salud de nuestra piel. En caso de que esto se lleve a cabo y aún así tener complicaciones, acercarse a un profesional será la mejor medida preventiva.

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