El envejecimiento o etapa del adulto mayor, trae consigo una serie de cambios físicos e internos en el organismo, los cuales pueden ser progresivos o agudos.
Uno de los sentidos que se ve más afectados en el adulto mayor es la vista y la audición, es decir el oído, lo cual genera que el nivel de vida de las personas mayores ya no sea del 100 por ciento.
El detectar las afectaciones en el adulto mayor a tiempo, puede ayudar a mejorar su calidad de vida y de igual modo puede apoyar a que la patología o afección no empeore, esto a través de un diagnóstico y tratamiento oportuno.
Por lo cual los familiares y cuidadores deben estar al pendiente ante cualquier cambio presentado.
El déficit visual o perdido de la vista en el adulto mayor por lo general ocurre de manera paulatina, y esto puede generar un aislamiento por parte de la persona mayor.
Sin embargo, existen diferentes tratamientos que pueden ayudar a tratar diferentes padecimientos, pues hay diferentes padecimientos visuales que se presentan durante esta etapa de la vida.
Tal y como se mencionó anteriormente en la edad adulta se sufren de diferentes padecimientos visuales, entre ellos:
Cataratas
Las cataratas pueden aparecer a cualquier edad, sin embargo, aumenta el riesgo de padecerlas alrededor de los 70 años, este problema visual consiste en la pérdida de transparencia del cristalino ocular
Degeneración macular
Esta afección se encuentra entre las principales causas de ceguera en los adultos mayores y se caracteriza por una mancha en la zona ocular dificultando la agudeza visual
Ojos secos
La resequedad ocular es un problema bastante común en diferentes etapas de la vida, sin embargo, durante la edad adulta aumenta la probabilidad de padecerlo, un tratamiento seria el uso de suplementos de lubricación.
Glaucoma
Este padecimiento está asociado con la presión generada por el líquido intraocular, lo que va ocasionando la pérdida progresiva de la visión, por lo general ocurre dela parte exterior hacia el centro del ojo.
Retinopatía diabética
Esta patología ocurre en el adulto mayor cuando padece diabetes, pues la enfermedad afecta a los vasos capilares de la retina, provocando sangrados, trombosis o un edema diabético en la retina.