La podología y el pie de atleta: Síntomas, causas y tratamientos
¿Qué es el pie de atleta?
A pesar de los que muchos creen, el pie de atleta es una de las patologías podales más recurrentes en esta área corporal, pues su contagio es bastante recurrente debido a que se propaga en ambientes húmedos y cálidos.
Ahora bien, esta patología podal conocida también como tiña podal es una infección fúngica que afecta de manera directa a la división de los dedos del pie, sin embargo, si no es atendida a tiempo puede extenderse hacia diferentes zonas podales.
Tipos de tiña podal
Actualmente los podólogos distinguen tres tipos diferentes de pie de atleta los cuales se distinguen de acuerdo a la ubicación de esta patología podal:
- Interdigital: se presenta en la zona de los dedos.
- Mocasín: se presentan en el talón y en los laterales del pie.
- Vesicular: esta tipología llega a presentar ampollas al interior de la piel.
¿Cuáles son las causas del pie de atleta?
De acuerdo a los especialistas en podología, existen diferentes razones por las cuales aparece el pie de atleta, entre las principales causas se encuentran:
- Mala higiene en los pies.
- Al no secar correctamente los pies y la unión entre los dedos.
- Por no usar calcetines de algodón que ayudan a reducir la humedad.
- El uso de calzado ajustado.
- Por compartir calzado.
- Al no usar sandalias en duchas públicas, balnearios o piscinas.
¿Cuáles son los síntomas del pie de atleta?
A continuación mencionamos algunos de los síntomas más frecuentes que presentan los pacientes que presentan tiña podal:
- Comezón.
- Picazón.
- Enrojecimiento.
- Resequedad.
- Inflamación.
- Mal olor a causa de la infección.
- Descamación.
- Ulceras o ampollas (en algunos casos).
- Puede existir coloración en la uña o engrosamiento en la misma.
¿Qué tratamientos existen para el pie de atleta?
- En primer lugar es recomendable asistir con el podólogo al notar u observar alguna alteración en nuestros pies.
- Usar cremas o polvos recetados preferentemente por el médico o recurrir a medicamentos de uso comercial.
- Lavar de manera adecuada los pies.
- Secar bien los pies antes de colocar las calcetas.
- Cambiar diariamente los calcetines.
- Dar preferencia a los calcetines de algodón.
- No usar zapatos apretados.
- Dejar ventilar los zapatos.
- Cambiar frecuentemente el calzado, no usar diario los mismos.
- Acudir a consultas preventivas.